20.5.10

Impuesto a la comida rica en grasas

Hace algunas semanas atrás el Ministro de Salud Jaime Mañalich lanzó un paquete de medidas para la reconstrucción de Chile tras el terremoto, el que contribuiría a la recaudación de fondos. Entre ellas se encuentra el impuesto a la comida rica en grasas (“comida chatarra”) la cual es una buena iniciativa para tratar de disminuir la obesidad en el país y de paso promover una alimentación más saludable.

Considerando los estudios realizados por el ministerio de salud (MINSAL) que demuestran que el 22% de la población es obesa, el 38% tiene sobrepeso y el 1,3% tiene obesidad mórbida, es lógico deducir que al encarecer la comida rica en sodio y sal, se podría mejorar la situación. Además, elevar los costos hará menos accesible estos productos a la población obligándola a optar por otro tipo de alimentos. Entonces, asi se podrían mejorar las cifras que demuestran que la cantidad de calorías ingeridas en la dieta sobrepasa el 27% y que solo el 40% de los hombres y el 54% de las mujeres consumen una fruta al día.

Por otro lado el objetivo inicial de reunir fondos también se cumpliría por la gran cantidad de recursos que destinan los chilenos para consumir este tipo de alimentos. De igual manera, la meta principal sería alcanzada, si es que estos no invirtieran tanto dinero en tratar las enfermedades relacionadas con la ingesta excesiva de comida rica en grasas. Se estima que cada año se gastan 3 mil millones en tratamiento, los cuales, podrían ir en beneficio de los damnificados si es que se lograra bajar la alta tasa de incidencia de las enfermedades relacionadas con desórdenes alimenticios.

Aún así, hay quienes están en desacuerdo y afirman que es poco probable que una medida de este tipo beneficie al país porque el incrementar los costos no ayuda a combatir la obesidad. Por el contrario se plantea que la educación y la promoción de la actividad física sí serían buenas medidas. Sin embargo, hay que considerar que quienes plantean dichos argumentos son quienes se ven afectados por la medida que desea tomar el gobierno, como por ejemplo Sandra Devillaine gerente de marketing de la cadena de comida rápida Kentucky Fried Chicken en Santiago, quien también avaló la idea de seguir con una educación contra la obesidad y no la de tener un impuesto a la “comida chatarra”.

Finalmente se puede apreciar que la medida además de reunir fondos en beneficio de los damnificados por el terremoto también promueve un estilo de vida saludable, por lo tanto esto no solo beneficia a los que lo perdieron todo sino también a quienes ya no deben seguir ganando más peso. Por otro lado, el tema de la educación y de la promoción de la actividad física si serían buenas estrategias, pero si no van acompañadas de una medida que baje los precios referente a estos productos, no servirá de casi nada.

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