16.3.11

Confesiones de una enfermera

Hace tres años decidí entrar a esta carrera. Destino, suerte o simplemente una decisión muy acertada, pero la realidad es que entré y que hoy, luego de muchos cafés, noches sin dormir bien y con un lenguaje técnico adquirido, puedo decir que estoy a la mitad de mi formación. Sin embargo me cuesta mucho aceptar lo que en realidad significa estar estudiando enfermería, porque si se deja tiempo para resolver esta simple cuestión pareciera que donde no había problema ahora sí lo hay.
La enfermería es una disciplina que se preocupa del cuidado de los usuarios* principalmente,es decir, somos quienes cuidamos, pero bien, creo que saben, que definir "cuidado" es algo más complejo de lo que se cree, ya que al cuidar buscamos, el bienestar de la persona pero definir bienestar no es fácil, sobre todo si se piensa en el sin número de posibilidades que existen y que es proporcional al número de personas que existen en el mundo.
Crecí estos tres años alimentándome de visiones de la enfermería, de estereotipos, de expectativas, de prejuicios, de valores, que tuve que ir enfrentando poco a poco para sobrevivir, me armé y me escudé con distintas herramientas para proteger mi integridad. Sin embargo, sé que volveré a dormir poco, que quizás cuando esté de turno no acuda al baño en toda la mañana y que pasaré más tiempo del que se debe de pie, todo para lograr mi objetivo, todo para llegar a ser enfermera.
Ahora me pregunto, justo cuando estoy a tiempo de retirarme, cuando aún es justo que aparezca la última duda, ¿es realmente lo que yo deseo en mi vida?. Quizás cuando era una adolescente de 18 años nunca me proyecté trabajando en un hospital con turnos de 12 horas (o de 24) sino que pensé en que ganaría dinero y sería útil para la pobre gente, sí, la pobre gente que va al hospital... pero nunca se me pasó por la cabeza que quizás no me gustarían los turnos, que quizás no sería la gente la pobre, sino que yo lo sería en mi desgracia por no ser realmente feliz. Pero, para mi descanso, me interesa esto y germina la curiosidad en mi como si de una semilla se tratase, con hermosas flores, pero como siempre con espinas. No me convence, pero me atrae, se ve tentador pero también peligroso, es arriesgado, pero podría ganar mucho... como siempre, son las dualidades de la vida lo que hace que dude y así mismo, son las bondades las que me deja firme en el camino, pero con una chance aún existente para mirar hacia atrás y decidir.




*no pacientes porque no tienen una actitud pasiva,

No hay comentarios:

Publicar un comentario